Coger no es pecado

El deseo que no se fomenta,
el cigarro que se apaga,
una luz en la tormenta,
viene en la noche alejada.
El deseo está en la piel,
el amante no dispone
y mis besos son en vano
mis caricias se disuelven,
porque el tiempo nos ha alejado.
Los cuerpos otra forma conformaron,
ya no parecen jovenes ni lujuriosos
es que tal vez el espíritu se haya avejentado.
Hay arrugas en mi cuerpo
y marcas que me han dejado,
las noches como ésta
que en soledad hemos pasado,
porque a pesar de que tu estés a mi lado
no me siento en lo más mínimo acompañado.