47

Van y vienen como olas,
me impulsan y me frenan,
pensamientos de muerte me llevan
a encontrarme con lo que más me intriga.
Vuelo alto como el águila,
para observar desde arriba,
lo que otros no pueden ver
entonces algo me obnubila
y caigo en picada desde una cima,
con tanta desdicha que aterrizo en el mar.
Naufrago sin un destino,
o con un destino pensado,
prefiero morir ahogado
a soportar este dolor y este frío
que me tienen aquí anclado.
Quizás, pienso, necesite de esta melancolía,
de este maldito momento,
de esta inconsciencia aburrida,
de este maldito tormento.

Comentarios

Entradas populares